Autores
Rubén García Martín
Fairview ES, Rubengm13@gmail.com, CEIP Antonio Allue Morer
Resumen
Ser maestro en un país diferente al nuestro es toda una aventura, una ampliación de la mirada educativa. Una forma de evaluar otros sistemas educativos y valorar el sistema educativo que tenemos. La aventura comenzó después de haber pasado un proceso largo y tedioso. El programa de Profesores Visitantes deriva del ministerio de Educación del gobierno de España, principalmente para infantil y primaria se ofertan plazas para Estados Unidos.
A continuación, os voy a contar cómo es un día en un colegio estadounidense, más concretamente en Dover, Delaware. Los docentes comienzan a trabajar a las 8.15 de la mañana y a los 8.30 los estudiantes pueden ir entrando en la escuela, se les da el desayuno y tienen hasta las 8.50 que comienzan las clases para tomarlo. Luego tienen clase conmigo de matemáticas, ciencias y español y cambio con mi compañera que tiene clase de inglés con ellos. 25 minutos para comer y 25 minutos de recreo. Todo esto para terminar las clases a las 15.30 para algunos niños y para nosotros 15.45. Después de estar un año aquí, me he dado cuenta de que algunos niños y niñas tiene un bajo nivel de frustración, que no tienen herramientas para resolver conflictos y que suelen utilizar estrategias como “déjame sólo” (Leave me alone), “vete de aquí” (Go away) o “me estás haciendo bullying” (I feel buying) para enfrentarse a situaciones que les superan. Y me sorprende como constantemente buscan contacto por medio de un abrazo. Niños y niñas que durante su tiempo en el colegio tienen que estar sentados, escuchando al docente, haciendo los mismos ejercicios donde se les explica las estrategias para poder resolver los problemas y trabajar de una forma mecánica y repetida. A esto lo llamo Skinner “condicionamiento operante”, el aprendizaje se da mediante un condicionamiento doble de castigo y recompensa. Como ejemplo, si consiguen hacer la tarea como quieren, premio, una gominola y por el contrario si no consiguen su objetivo, castigo, más deberes para casa, llamada de atención a los padres. El aprendizaje se basa en la competitividad, en lo que llaman “proactividad” y desde mi punto de vista, se centra más en lo individual que en lo colectivo. El conductismo les hace ser esclavos de algo externo, una recompensa que normalmente suele ser material y que al alumnado les sitúa muy alejado del protagonismo que deberían tener. Y es aquí donde pequeñas píldoras de naturaleza, de charlas caminando, de respeto pueden cambiar la forma de hacer educación. Su frustración la he podido combatir con cariño, escuchando y paseando en el patio, la necesidad de movimiento lo he podido hacer con actividades con movimiento, con salidas al patio y actividades al aire libre. Y he podido comprobar cómo eliminar los premios y castigos por límites y cariño suelen funcionar, sin nada externo, simplemente porque quieran.
Y desde aquí reflexiono sobre mi experiencia; ¿Os imagináis un mundo donde la educación la abanderada Estados Unidos con una educación en la naturaleza? ¿Una educación centrada en el alumnado? ¿Centrada en lo cooperativo? ¿Dando importancia al cariño, al respeto y la conciencia de lo social?
Palabras clave
Estados Unidos, conductismo, capitalismo y educación
Bibliografía
Ertmer, P. A. y Newby, T. J. (1993). Behaviorism, cognitivism, constructivism: Comparing critical features from an instructional design perspective. Performance Improvement Quarterly, 6(4), 50- 72.
Buckley K. W. (1989). Mechanical Man: John B. Watson and the beginnings of Behaviourism. The Guilford Press.